Aunque el hecho de utilizar un ordenador implica en general estar sentado frente al mismo, no hay que olvidar el enorme potencial de automatización que guarda cada sistema. Tareas tediosas, repetitivas o intensivas en recursos y tiempo pueden llevarse a cabo mientras tienes tu impostergable cita biológica con la almohada, para amanecer con el ordenador más actualizado y más seguro, o manteniéndolo activo en algo productivo.
Aquí van algunas recomendaciones.
10 COSAS QUE PUEDE HACER TU ORDENADOR MIENTRAS TÚ DUERMES
1.- Desfragmentar
Nuestra primera opción es la más obvia, y una de las que mayor impacto puede tener en el rendimiento de un ordenador.
Siempre que hablemos de discos duros convencionales, la desfragmentación de archivos tiene más de obligación que de cualquier otra cosa, fundamentalmente bajo plataformas Windows. El desfragmentador integrado en Windows ofrece varias opciones para programar esta tarea a través de uno o más discos, pero también podrás encontrar funciones similares en desfragmentadores hechos por terceros. El gratuito Defraggler sigue siendo una excelente alternativa para estos casos.
2.- Antivirus
En sesiones ordinarias, un antivirus debería ser capaz de atrapar al vuelo cualquier bicho que intente infectar al sistema, pero siempre existe la posibilidad de que algún remanente quede oculto entre las carpetas del disco duro. El proceso de revisión completa en un antivirus es una de las actividades más tediosas que un usuario puede encontrar fundamentalmente porque consumen nuestro preciado tiempo, por lo tanto es inevitable recomendarla como candidata a programación automatizada. Su frecuencia tampoco necesita ser extrema: Una vez por semana debería ser suficiente.
En nuestro blog encontrarás varios tipos de Antivirus, desde versiones gratuitas hasta de pago que acá también se convierten en gratuitas, hecha un vistaso a nuestra Categoría Antivirus y seguramente alguno te llevas.
3.- Intercambio de archivos
De todo tipo, bajo cualquier red, sin importar el cliente o el sistema operativo. De hecho, ni siquiera es necesario programar la actividad. Basta con dejar abierto el cliente e irse a dormir tranquilamente. Las historias de ordenadores encendidos durante días intercambiado archivos no son ninguna fábula. Si un usuario logra coordinar con precisión estos momentos de “vacío” en sus sesiones diarias, esa terrible imagen ISO a descargar puede convertirse en un paseo por el parque. Y esto también incluye a la descarga directa.
Para acelerar la descarga de archivos de cualquier tipo incluyendo las voluminosas ISOS de Sistemas Operativos les recomiendo, Internet Download Manager, es una maravilla, ya lo verán.
4.- Conversión de vídeo
Es sencillo: Tienes la edición “ultra-mega-súper” extrema del “Director[/dam]s Cut” revisado de “Avatar”, y quieres verla en otro dispositivo que no sea el ordenador, el reproductor de DVD o el Blu-ray. A menos que prefieras copiar imágenes ISO enteras y sin procesar a estos dispositivos, la conversión y recompresión del vídeo es la única opción.
Factores como duración del vídeo, resolución y filtros pueden incrementar o reducir de forma considerable la demora en la conversión, y aunque los ordenadores han avanzado mucho en este aspecto, configuraciones extremas de calidad tienden a demandar mucho tiempo de procesamiento.
5.- Respaldos de información
“Backup”, una de las palabras más temidas entre los usuarios. Por un lado, están los que no saben hacerlo. Por el otro, están los que saben hacerlo pero se niegan sistemáticamente a llevarlo a cabo debido al tiempo que consume.
En primer lugar, cuanto más organizado sea el usuario con sus datos, más sencillo será hacer el respaldo. Y en segundo lugar, servicios como Dropbox o Mozy ofrecen funciones de respaldo automatizadas. Los respaldos programados también sirven para aquellos que prefieren guardar sus datos en forma local, como por ejemplo un disco duro externo.
6.- Actualizaciones de sistema
Si tienes desactivadas las actualizaciones de Windows, la gran pregunta sería “¿por qué?”, pero tampoco queremos ser cerrados al respecto. No todas las condiciones son iguales para todos los usuarios, y también hay que reconocer que la política “haz-lo-que-te-digo-y-no-preguntes” por defecto del Windows puede dar problemas en ciertas ocasiones.
Aún así, las actualizaciones de Windows, en la gran mayoría de los casos, requieren de un reinicio del sistema una vez que se han instalado. Si dejas el ordenador encendido, nada mejor que programarlo para que opere de madrugada, sin afectar tus sesiones diarias.
7.- Folding@home
El ordenador puede ser productivo para ti, pero también puede serlo para los demás. Folding@home lleva más de diez años en operación, y se ha convertido en el nodo de procesamiento computacional más poderoso del planeta. No importa si posees un solo núcleo o varias tarjetas de vídeo en SLI, podrás aportar tu grano de arena en Folding@home, pero si tienes una PlayStation 3, también es posible hacerlo a través de dicho sistema.
Con unas pocas horas diarias de F@H serás parte de un esfuerzo global para derrotar enfermedades y condiciones que afectan la calidad de vida de la raza humana.
8.- Juegos vía Steam
La amplia cantidad de títulos disponibles y las increíbles ofertas siguen haciendo de Steam el sistema de distribución de juegos más importante del momento. Pero aún con todas sus virtudes, la magia de Steam se ve limitada a qué tan rápido puedes descargar el juego e instalarlo en tu sistema.
En muchas ocasiones, los tiempos de descarga por Steam son afectados sobrecargas en los servidores, y el promedio de 4.5 GB en juegos de alto calibre no ayuda en nada. Si utilizas Steam, nada mejor que dejar tu sistema encendido durante la noche para obtener esos títulos pesados.
9.- Compilar código y/o renderizar
Aquellos que prefieren hacer su propio software en vez de descargarlo saben muy bien que el tiempo de compilado para cierto código puede convertirse en toda una tortura.
El mismo concepto se puede aplicar a quienes hacen serios procesos de renderizado. Hoy en día tenemos buen hardware, pero estas tareas están en la cima de la pirámide, y demandan respeto por esencia propia. Una vez hechos los cambios pertinentes, ejecuta la operación, deja que el ordenador trabaje, y descansa un poco. Tendrás tiempo de sobra.
10.- Apagarlo por completo
El atajo fácil. La ley del menor esfuerzo. Apagar el ordenador no deja de ser algo razonable para quien no necesita usarlo más, pero hay que prestar especial atención sobre el término “por completo”. Aún si en apariencia se ve apagado, lo cierto es que un sistema puede llevarse algún que otro vatio gracias al llamado “consumo vampírico”. Este efecto puede encontrarse en una gran cantidad de dispositivos modernos, y es una de las causas más importantes del desperdicio de energía. Ya existe hardware capaz de entrar en un “estado cero” de consumo, pero el mejor remedio es y será un interruptor manual. Con eso, el “cero” lo pones tú.
Si bien requieren de energía para funcionar, la ventaja de los ordenadores es que no necesitan dormir y puedes dejar que el ordenador continúe con todo lo que ha quedado pospuesto durante el día. El mantenimiento surge como la opción más lógica, debido a la demora en los procesos. Compartir archivos puede tener una utilidad personal muy profunda, mientras que el resto de las opciones tienen su atractivo propio. A quienes les preocupe el consumo, deben recordar que no es necesario dejar la pantalla encendida, y hay muchas aplicaciones capaces de apagar el sistema una vez que han finalizado. No dejes de explorar las opciones disponibles.